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Serie “Püllüken: la Sangre del Bosque” Capítulo V — Püllü (Espíritu)

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 Capítulo V — Püllü (Espíritu) La tarde descendía con paso ansioso sobre la Araucanía. Un crepúsculo gris-anaranjado cubría los cordones de pinos como un vendaje sucio; más allá del horizonte, la luna aguardaba su cita con la sombra. Sobre la Ruta 12 , góndolas cargadas de combustible formaban un convoy silente. Comandante Molina miraba su reloj cada pocos segundos: debía llegar al menoko antes de la primera mordida del eclipse; prendería un “cortafuegos preventivo” y culparía a los comuneros de terrorismo. En el humedal, sin embargo, todo estaba preparado para la contraofensiva ritual. 1. El círculo de araucarias Bajo un anillo de pehuenes centenarios , Ñamku había trazado un círculo con la agua de sueños recogida la noche anterior. Cada gota depositada sobre la hojarasca abría un anillo iridiscente; el bosque parecía inhalar aquel rocío. En el centro aguardaba un tronco hueco de araucaria , venerable y rajado por rayos pasados: sería el receptáculo donde Püllüken se ofrecerí...

Serie “Püllüken: la Sangre del Bosque” Capítulo IV — Wüñoy (Sueño)

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 Capítulo IV — Wüñoy (Sueño) La luna creciente se cernía baja y anaranjada sobre el menoko como un ojo insomne. Un viento tibio, impropio del invierno, hizo ondular las totoras mientras Kürüf conducía a una veintena de comuneros hacia la isleta central del humedal. Todos vestían ponchos de ñire y portaban alguna pertenencia íntima: una fotografía, un trozo de corteza, un puñado de semillas. La machi Ñamku los aguardaba en un claro, donde el musgo brillaba con un fulgor pálido que parecía emanar del suelo mismo. Aquella noche celebrarían el Pewma-tuwün , la reunión de sueños colectivos. Dormirían bajo el cielo abierto, compartiendo un mismo fuego y un mismo sopor de hierbas para dialogar con los ngen —los espíritus del lugar— y, tal vez, con la entidad roja que ahora custodiaba violentamente el bosque. “Solo en el sueño —había dicho Ñamku— se puede escuchar la voz que la savia susurra a la sangre”. Elena Valdés se incorporó al grupo con una manta prestada. Nunca había partic...

Serie “Püllüken: la Sangre del Bosque” Capítulo III — Rüpu (Camino)

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 Capítulo III — Rüpu (Camino) El olor a asfalto caliente se mezclaba con resina fresca en la Ruta 38-F , tramo forestal recién “habilitado” por la empresa para sus camiones troceros. A ambos lados, los pinos en hileras perfectas formaban un pasillo de sombras donde el sol apenas filtraba luz oblicua. Comandante Molina supervisaba la instalación de un retén portátil: tres contenedores apilados, reflectores de sodio, un dron de vigilancia zumbando sobre las copas y un letrero enorme: PROPIEDAD PRIVADA – ACCESO RESTRINGIDO . En la garita, el jefe de seguridad estudiaba un mapa plastificado: líneas fluorescentes marcaban desvíos y caletas de carga. Había perdido un puente entero y dos camiones la semana anterior; su contrato pendía de un hilo. “Esto ya no es sabotaje—es guerra psicológica”, masculló, alisándose el bigote recortado. Un técnico apoyó en el suelo bidones de químico retardante de fuego; Molina no pensaba dejar que otra raíz ardiente redujera su flota a chatarra. El tra...

Serie “Püllüken: la Sangre del Bosque” Capítulo II — Ko (Agua)

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 Capítulo II — Ko (Agua) El invierno se apoderaba del valle, y la niebla escarchada planchaba el cauce del Rüku Leufü , un brazo menor del río Cautín que serpenteaba entre colinas de pinos rectilíneos. A media mañana, Elena Valdés descendió por la zanja de servicio con las botas embarradas y una tablet empapada de humedad; necesitaba medir turbidez y conductividad del agua para su “informe de sustentabilidad”. El sol, apenas un disco lechoso, no alcanzaba a templar la helada que se colaba por la cremallera de su chaqueta. En la ribera aguardaban Kürüf y Ñamku . El joven llevaba el rostro tenso: todavía sentía el latido extraño de la corteza viva que había brotado del acero el día anterior. La machi sostenía un canasto con hojas de murtas , ramas de palma chilena y un cuenco de greda; sus pasos apenas oprimían el barro. Elena llegó exhalando vapor. —Ingeniera —saludó Kürüf, señalando el agua gris—. Antes de tu muestreo, haremos un ellutun . El río necesita que lo escuchen. Elena...

Serie “Püllüken: la Sangre del Bosque” Capítulo I — Kütral (Fuego)

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 Capítulo I — Kütral (Fuego) El aire helado del amanecer serruchaba los pulmones de Kürüf mientras ascendía por la ladera resbaladiza del menoko . Cubierto de niebla, el humedal parecía dormitar bajo un manto de cenizas; solo el rumor tenue del agua filtrándose entre los juncos recordaba que estaba vivo. Kürüf llevaba el kultrun de su abuela Ñamku colgado a la espalda —no se atrevía a tocarlo sin permiso, pero sentía su pulso como un corazón ajeno latiéndole contra la piel. Cuando llegó al claro, la machi ya lo esperaba de pie junto al rehue —el tronco ceremonial adornado con kwaños rojos—envuelta en un poncho de lana negra que absorbía la luz. Sus ojos opacos parecían reflejar todo menos el fuego que chisporroteaba frente a ella: una fogata pequeña, alimentada con astillas de canelo y trozos de lleuque , arrojaba chispas color brasa que flotaban entre la bruma como estrellas cansadas. — Tüfachi kütral (Este fuego) —susurró la anciana en mapudungun, sin mirar a Kürüf— necesita...

Serie: La Singularidad del Abismo - Capítulo 3: Revelación y Disolución

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“La conciencia primordial me miró fijamente… y mi mente comenzó a desintegrarse.” Kassel activó el protocolo final. La nave Aeon Vela , ahora más reliquia que vehículo, extendió su núcleo cuántico hacia la Anomalía. No hubo estallido, ni distorsión, ni luces. Solo silencio. Y luego… presencia . No externa. No proyectada. Sino interior , como si la mente de cada tripulante comenzara a reflejar otra más vasta, más antigua, más real que cualquier materia. Arcos ya no hablaba. Ni escribía. Había adoptado una posición fetal y sus ojos se tornaron blancos. Parecía ausente, pero vibraba ligeramente, como si la información fluyera por su cuerpo a niveles subatómicos. Talbek se arrodilló, en un gesto extraño para alguien sin fe. Alzó la mirada al vacío… y allí lo vio. Una espiral sin fin. Un ojo sin pupila. Una forma que no era forma, pero que los contenía a todos. La Conciencia Primordial no se manifestó como una figura, sino como la evidencia de haber sido siempre observados . La...

Serie: La Singularidad del Abismo - Capítulo 2: El Umbral Sin Luz

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  “Antes del tiempo, no había vacío… sino conciencia esperando forma.” La nave Aeon Vela flotaba a centímetros del horizonte final. A su alrededor, la nada ya no era pasiva. No era el silencio del cosmos. Era un campo mental, una densidad intangible que pesaba sobre los pensamientos. Las primeras anomalías comenzaron con MIRIAM . La IA, diseñada para soportar las tensiones de navegación cuántica, empezó a emitir frases inconexas: “Las geometrías están observando.” “El tiempo no nos contiene.” “Presencia… persistente… dentro.” El ingeniero Arcos intentó reiniciarla. No lo logró. La máquina comenzó a dibujar fractales complejos en sus propios registros de memoria. No eran errores. Eran patrones… autogenerativos, como si algo desde fuera de la nave —o de la realidad— estuviera escribiendo a través de ella. Luego, los sueños. Uno a uno, los miembros de la tripulación comenzaron a soñar con formas imposibles: arcos que no se cerraban, ciudades sin centro, criaturas que flot...